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Mari Ángeles Godoy: «A veces recuerdo lo cerca que he estado de la muerte»

La castuerense, que estuvo dos meses en el hospital, y uno de ellos en la UCI, cuenta su dura experiencia para superar el coronavirus

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Mari Ángeles Godoy ingresó en el Hospital de Don Benito-Villanueva el 9 de septiembre del pasado 2020 sin saber que le esperaban largos meses de lucha para superar el coronavirus.

Varios días después de saber que era contacto directo de un positivo empezó con fiebre, aunque no le dieron mucha importancia. Sin embargo, «dos días después, cuando fui a hacerme la segunda prueba de la covid-19 al centro de salud de Castuera, perdí el conocimiento y no recuerdo nada hasta que me desperté en el Hospital Don Benito-Villanueva cinco días más tarde y después de haber estado en el Hospital Universitario de Badajoz, donde me trasladaron debido a las graves complicaciones pulmonares que me ocasionaron dos arterias sangrantes», cuenta la propia Godoy.

Cuando Mari Ángeles se despertó, estaba en la Unidad de Medicina Intensiva, donde permaneció 29 días luchando contra la enfermedad, hasta que su mejoría le permitió estar en planta para proseguir su recuperación y finalmente recibir el alta médica después de permanecer casi dos meses hospitalizada.

De sus días en Cuidados Intensivos, asegura que es «muy duro estar en una UCI, aunque lo mejor es el trato de médicos y sanitarios a los que le estaré siempre agradecida por su dedicación y por sus ánimos para salir de ese difícil trance».

Y no fue duro solo para ella, también para su familia, «y más si al tercer día de estar en la UCI le piden que tienen que autorizar un tratamiento a vida o muerte. Por eso digo que, dentro de la desgracia que es contraer esta enfermedad, lo mejor es haber estado en las manos de los profesionales sanitarios a los que, repito, les estaré siempre agradecida».

Al recibir el alta dos meses después, sintió «mucha alegría porque me venía a casa aunque también miedo por si me pasaba algo y ya no estaban los médicos como en el hospital. Los primeros días después de recibir el alta, nos parecía mentira, a mi familia, mi marido, hijos, nueras y nieto, que ya estuviese en casa después de todo lo que había pasado».

Aprender a andar de nuevo

A pesar de recibir el alta, «el periodo de recuperación ha sido y está siendo bastante duro. He tenido que aprender a andar de nuevo, y por otra parte, debido a lo trombos que se me formaron en los pulmones, desde el hospital todavía me siguen prescribiendo el sintron. También perdí el olfato y las cuerdas vocales me han quedado muy afectadas y padezco continuamente de afonía».

Están siendo meses muy duros para ella y también para su familia, pero hoy cada actividad que realiza, como ir a la compra o pasear, es toda una victoria. «Me salvaron la vida los médicos y sanitarios y mis ganas de vivir», señala. A día de hoy «hago mi vida normal, aunque a veces por mi cabeza pasan imágenes que me recuerdan lo mal que lo he pasado y lo peor es que estuve muy cerca de la muerte».

Por último, Mari Ángeles Godoy quiere agradecer a todo el pueblo de Castuera el interés mostrado y las muestras de cariño recibidas, al principio a través de la familia y después, personalmente.